GUSTAV MAHLER – SINFONIA No. 5 EN DO SOSTENIDO MENOR

 


UNA SINFONIA DIFERENTE A LAS CUATRO ANTERIORES

La Quinta Sinfonía fue compuesta durante los veranos de 1901 (los movimientos primero y tercero) y 1902 (los otros tres) y estrenada en Colonia bajo la dirección de Mahler el 18 de octubre de 1904. Posteriormente, y hasta 1909, la sinfonía fue revisada varias veces en su orquestación.

Ya hemos hecho mención en otras ocasiones al hecho de que Gustav Mahler solo pudiera dedicar los meses de verano a la composición debido a sus responsabilidades como director. Fue precisamente en el periodo entre 1901-1902 cuando Mahler conoció a la que sería su esposa: Alma Schlindler. La pareja se casó el 9 de marzo de 1902 y al final del verano de aquél año Mahler “estrenó” la sinfonía interpretándola al piano para Alma.

Esta es la primera sinfonía de Mahler que no estuvo directa o indirectamente implicada con la voz humana (la segunda, tercera y cuarta usan voz/voces y la primera comparte material con dos lieder del ciclo Canciones de un Caminante) singularidad que hizo que la rutinas previamente establecidas con las cuatro anteriores resultaran totalmente inadecuadas para esta sinfonía, motivo por el cual Mahler nunca llegó a estar completamente satisfecho con la orquestación que revisó una y otra vez hasta su muerte.

A este respecto, Alma declaró que a su esposo “… le fue imposible estar satisfecho con su trabajo e incluso llegó a exigir un acuerdo del editor parta que cualquier modificación de la sinfonía fuera incluída en las ediciones futuras y agregada a cualquier copia no vendida que estuviera ya impresa”.

En una carta dirigida a su esposa, Mahler aseguraba: “el scherzo es un movimiento endemoniado que va a tener grandes problemas. Los directores lo tomarán demasiado rápido y harán con él tonterías (…) ¿Y el público que va a entender, que van a decir de esta música primigenia, de este mar de centelleantes rompientes que echa espuma, que ruge, que se enfurece…? Esta música no es de este tiempo. ¡Oh si pudiera dar el estreno de esta sinfonía 50 años después de mi muerte”.


La Quinta fue el primer intento de Mahler en la expresión puramente musical, sin la mediación programática de un texto previo que filosofara sobre el amor o la muerte. Se trata de una sinfonía más abstracta y, al mismo tiempo, más concisa que las anteriores. También es más contrapuntística que aquellas (más reposadas y construidas a partir de encuadres armónicos). Aquí, en la Quinta, las líneas melódicas son más básicas que los acordes y el impulso del ritmo pone de manifiesto a un Mahler que comienza a explorar la combinación simultánea de ideas independientes. Todo ello justifica su necesidad de hacer una orquestación con texturas transparentes que preservaran la claridad a pesar del gran tamaño de la orquesta. Al parecer, el compositor tuvo problemas importantes con esta necesidad de claridad y solo con el paso del tiempo llegó a comprender como lograrla. De ahí la necesidad de las repetidas revisiones.

 

PRIMER MOVIMIENTO

Trauermarsch (Marcha Fúnebre)

Este primer movimiento está construido de una forma bastante simétrica: una marcha fúnebre interrumpida por dos tríos.

La obra comienza con la doble exposición de una fanfarria (confiada en principio a las cuatro trompetas de la orquesta) y de un temamoderado seguido de una melodía nostálgica en la bemol. Al final la fanfarria se va disolviendo hacia el agudo (flauta).

Tal parece que el movimiento sea, globalmente, una introducción a la obra (en realidad lo es) a diferencia con la Segunda Sinfonía con la que, a pesar de compartir una marcha fúnebre como inicio, en aquella el movimiento (Totenfeier) no solo es de mayor duración sino también más independiente hasta el extremo de haber sido concebido como una obra autónoma que aun hoy se interpreta en ocasiones como tal.

 

SEGUNDO MOVIMIENTO

En realidad podría ser considerado como un “segundo primer movimiento” destinado a romper la inmovilidad creada por la marcha fúnebre, y lo intenta agitándose (episodios en la menor) y retomando algunos episodios que apenas si habían sido expuestos en la marcha que le precede y que son tratados de nuevo de un modo más dinámico. Estos episodios, que van intercalándose en distintas tonalidades, terminan por imponerse creando una tensión acumulada que de repente se libera en un coral en re mayor, expuesto por todos los instrumentos de viento, que se convierte en un bastión avanzado de los movimientos tecero y, sobre todo, quinto.

Finalmente el coral queda como una visión y desaparece como un eco desencarnado de los conflictos precedentes para concluir primero en re menor y después en la menor.

 

TERCER MOVIMIENTO

Se trata de un vasto scherzo (es la primera vez que Mahler utiliza de forma explícita esta denominación) en re mayor que, a diferencia de lo que ocurre en los scherzos clásicos beethoveninanos, aquí son los ländler* y el vals quienes dominan e invaden a este movimiento, el más largo de la sinfonía.

(*) El ländler es una danza folclórica en compás de 3/4 que fue muy popular en Austria y el sur de Alemania a finales del siglo XVIII. Se le considera un precursor del vals y fue utilizado por Mahler en varias de sus sinfonía como sustitución del scherzo.

 

CUARTO MOVIMIENTO
A la manera de Cuarto Movimiento, y como introducción al Quinto, encontramos el célebre Adagietto en fa mayor para cuerda sola que recuerda a una hipotética versión instrumental del Wunderhorn lied titulado Lob des hoben Verstandes.

No fue casual ni arbitrario que Visconti introdujera este adagietto como banda sonora de su película Muerte en Venecia basada en la novela homónima de Thomas Mann. Cuando Mann escribió la novela en 1911 lo hizo a raiz de la muerte de Gustav Mahler de quien era un profundo admirador. Thomas Mann estaba hospedado en el Hotel des Baines del Lido cuando conoció la noticia de la gravedad de Mahler, el mismo escenario que Visconti utilizó para la transcripción cinematográfica de la novela de Mann. A modo de homenaje, y en un intento de que no hubiesen dudas al respecto de su intención, el cineasta hizo que el protagonista de la novela pasase a ser músico en lugar de escritor como en la novela. La música de Mahler, y en especial el adagietto, se convierten en fondo de escena de los momentos más dramáticos y sublimes de la controvertida cinta en la que el director identifica demasiado al protagonista con la figura de Gustav Mahler, una libre versión de la novela de Mann que nos muestra a un Mahler que, en lo sustancial, para nada coincide con el real.
QUINTO MOVIMIENTO
El final de la sinfonía, en re mayor, es vacilante en su comienzo con un fagot citando al lied Wunderhornn al que antes hacíamos mención y al que sigue una especie de fuga que finalmente interrumpe el mismo coral que ya escuchamos en la conclusión del Segundo Movimiento y que aquí se muestra apoteósico.
A excepción del adagietto (por otra parte citado de una forma deformada en el final), la Quinta Sinfonía es la más agitada en el sentido “humano” y la más desenfrenada escrita por Mahler que, en relación a sus precedentes, crea un “retorno a aquí abajo, a la tierra, a lo humano” que la Sexta confirmará.


DISCOGRAFIA
Para no complicar demasiado las cosas, me decido de nuevo por recomendar de nuevo solo dos referencias discográficas, la primera del año 1969, mi favorita, y la segunda, mucho más reciente (1999) que cuenta con el aliciente de ser un álbum doble en el que se incluye la reconstrucción de la Décima Sinfonia de Mahler en un estuche a un precio imbatible (puede conseguirse por menos de 10 euros).
GUSTAV MAHLER
Sinfonia No. 5
New Philharmonia Orchestra
Sir John Barbirolli
EMI Classics
1969
GUSTAV MAHLER
Sinfonia No. 5 – Sinfonia No. 10
Junge Deutsche Philharmonie
Brilliant Clasics
EMI Classics
1999 (5ª) 2001 (10ª)

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