Sinopsis argumental
Un maduro psicoanalista (Gustavo Arriaga) y una Profesora de Archivos y Documentación de la Universidad de San Diego, California, (Alma Pradas), son citados por un notario como beneficiarios del legado de un anciano y erudito sacerdote fallecido años atrás y con quien ambos mantuvieron una estrecha relación al convivir en un pequeño pueblo de la provincia de Soria en sus años de juventud.
A través del legado, Alma y Gustavo conocerán unos sorprendentes aspectos de la vida del anciano sacerdote (Antón Maldonado) tales como su reclusión en un campo de concentración durante la segunda guerra mundial y su ulterior militancia en una sociedad mantenida en el anonimato y dedicada a localizar y ajusticiar a criminales nazis huidos tras la contienda.
El asesinato del mejor amigo de Gustavo se erige como punto de partida de una serie de acontecimientos que obligarán a los protagonistas a abandonar sus respectivas rutinas y dedicarse plenamente a seguir unas crípticas pistas que Antón Maldonado dejó en su legado para que solo ellos pudieran encontrar unos documentos probatorios de la ayuda del Vaticano para que varios jerarcas nazis huyeran de Europa tras la derrota de las tropas alemanas.
Un libro de poemas alemanes del siglo XVI y ciertos datos biográficos del compositor Gustav Mahler serán piezas cruciales para que Alma y Gustavo puedan esclarecer los enigmas que hábilmente incorporó Maldonado a su legado. Se verán inmersos en una arriesgada aventura en la que serán permanentemente vigilados por un veterano inspector de policía de provincias, una agente del Mossad, los sicarios de un multimillonario anciano y fanático nazi así como por el máximo responsable de los servicios secretos del Vaticano.
Los personajes
Gustavo Arriaga es un taciturno y solitario psicoanalista quien, en el apogeo de su madurez, y tras haber alcanzado un gran éxito profesional a nivel internacional, no ha cicatrizado las heridas que años atrás le produjera el rechazo de Alma Pradas, de la que sigue profundamente enamorado.
Alma Pradas es una mujer, aferrada a unos recuerdos que nunca tuvo y que sufre al evocar la memoria de sus padres muertos en accidente de tráfico cuando ella era una niña de apenas cinco años.
Débora Zimmerman es una joven agente del Mossad que perdió a su novio y a su hermano como consecuencia de un atentado palestino y se debate entre su acérrima fidelidad a la causa judía y una apatía confesional que la distancia de los principios religiosos inculcados por sus padres en su niñez. Con su frescura, Débora un toque de desenfreno y dinamismo a la trama.
Juan Ayala es un veterano policía de provincias que, bajo la coraza de un taciturno y cínico inspector, oculta a un hombre extremadamente sensible que a duras penas se ha desprendido del sentimiento de culpa que le produjo la muerte de su mujer y su hijo en un accidente del que se siente responsable.
Monseñor Di Vallo es un refinado, elegante y sibarita agente de élite del servicio secreto del Vaticano a quien no le tiembla el pulso llegada la hora de incumplir el quinto mandamiento (como tantos otros) y cuya identidad, que se mantiene en secreto durante las dos primeras partes de la obra, le supondrá al lector una de las más epatantes sorpresas de la novela.
El anciano es un enigmático nonagenario y multimillonario hombre de negocios quien a lo largo de una intrincada y escabrosa vida marcada por la ambición, el ansia de poder y la obsesión por el nazismo mas esotérico, siempre ha conseguido mantener en secreto su pasado como destacado miembro de la Gestapo.
