¿POR QUE MAHLER ACOSTUMBRA A ENTREMEZCLAR LO BANAL Y LO TRASCENDENTE EN SU MÚSICA?

 

En la obra de Mahler encontramos múltiples ejemplos de contrastantes polifonías que emanan de lo que fue un permanente y fluctuante estado anímico alterado del compositor. Lo alegre y lo dramático, lo banal y lo trascendente, la euforia y la depresión, fueron ciclos que indefectiblemente se manifestaron alternativamente en la mente del compositor en forma de un llamativo contraste  que hoy, desde la perspectiva de la moderna psiquiatría, nos inducen a retro-diagnosticar un más que probable trastorno bipolar. Freud especuló acerca de que ciertas experiencias infantiles vividas por Mahler pudieran haber influido tanto en la génesis de su neurosis como en la inspiración de sus composiciones.

UNA ANÉCDOTA ILUSTRATIVA DE LA INFANCIA DE GUSTAV MAHLER

Hay una experiencia que podría explicar porqué Mahler asoció con tanta frecuencia lo banal y lo trascendente en sus obras. Cuando el pequeño Gustav contaba poco más de diez años fue testigo de una violenta discusión en la que su progenitor actuó de un modo especialmente cruel y hostigador con su esposa. Incapaz de soportar el drama, el niño Mahler escapó corriendo hacia la calle y justo al salir del edificio escuchó el sonido del organillo de un músico callejero que interpretaba la popular tonadilla austríaca “Aus du lieber Augustin”.

La cancioncilla provocó en el pequeño Gustav una súbita reacción de desconcierto: “¿como puede sonar esta alegre melodía en la calle mientras en mi casa está ocurriendo un drama tan horrible?”

Durante la única sesión psicoanalítica que mantuvieron Sigmund Freud y Gustav Mahler el 26 de agosto de 1910, el compositor interpretó esta experiencia como la razón de que en sus sinfonías se intercalaran algunas melodías en apariencia banales e intrascendentes (como el organillo callejero) en medio de pasajes de rotunda y severa solemnidad (que simbolizarían el impacto que supuso para Mahler violencia de su padre contra su madre).

Según esta hipótesis, través de aquella música de organillo callejero, Mahler habría fijado una conjunción entre lo trágico y lo frívolo como dos elementos complementarios e inseparables que sentarían los cánones de una constante en sus composiciones futuras.

 

Alberto Soler Montagud

 

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