TOSCANINI INSULTA A LOS MÚSICOS EN UN ENSAYO

Adjunto un audio (que he conocido por Almudena de Maeztu) pertenecientea un ensayo de la Sinfonía No.2 de Brahms con el director Arturi Toscanini lanzando maleducados e irascibles exabruptos a los componentes de la orquesta de la NBC.

Aunque “il direttore” hable en italiano se le entienden perfectamente al soltar lñindezas tales como: ‎”Cantate per Dio santooooo! Vergognaaaa! Aaahhh! Madonna santissimaaa! Noooo! Orroreee! Porcheria!!!”

En relación al audio en cuestión, surgió un debate en el que aporté tres anécdotas que se me ha ocurrido compartir en el blog de “El Legado de un Titán” para deleite de los mas melómanos.

1-BRUCKNER COMO DIRECTOR SIEMPRE FUE MUY EDUCADO

En cierta ocasión, Anton Bruckner fue invitado a dirigir a la Filarmónica de Viena, una orquesta elitista-clasista donde las haya tal vez desde el mismo día de su fundación e incluso hasta nuestros días.

El bueno de don Anton, siempre comedido, prudente y hasta tímido, agobiado por el honor que suponía encontrarse en el podio ante una formación de tanta envergadura, mantuvo en vilo a los músicos que, en vano, casi bostezaban esperando que les diera la anacrusa.

Finalmente, al ver que pasaba el tiempo y el compositor no movía las manos, el concertino se dirigió a Bruckner y le dijo:

- Le estamos esperando, maestro,

A lo que el humilde compositor respondió cabizbajo y sin elevar la voz:

- Ustedes primero caballeros, ustedes primero.

Que gran diferencia entre el afable y hasta sumiso compositor y el histriónico de Toscanini.

2-TOSCANINI GUSTABA DE “AYUDAR” A COMPONER AL SORDO BEETHOVEN

Toscanini defendía que la sordera de Beethoven influía en la “ausencia” de ciertas notas en sus composiciones que “il direttore” se encargaba de añadir de su puño y letra antes de dirigirlas.

Un claro ejemplo lo encontramos en el principio de la Octava Sinfonía grabada con la NBC Symphony Orchestra (1954).

3-TOSCANINI OPINA SOBRE MAHLER EN UNA CARTA DIRIGIDA A ENRICO POLO

Cuando Mahler y Toscanini coincidieron en Nueva York (Mahler ya muy enfermo) el italiano le hizo la vida todo lo imposible que pudo cuando compartieron temporada en el Met.

Un ejemplo: a Mahler le puso furioso que Toscanini dirigiera un “Tristán” que, en teoría (y por contrato), le correspondía dirigir a él.

Este es un fragmento de una carta escrita por Toscanini a Enrico Polo:

“… créame, querido Enrico, Mahler no es un artista genuino. Su música no posee ni personalidad ni genio. Es una mezcla de “italianità” a la Petrella o Leoncavallo aderezada con la grandilocuencia musical e instrumental de Tchaikovsky y el gusto por la excentricidad straussiana (por mucho que Mahler se vanaglorie de pertenecer a la tendencia contraria), pero sin poseer la brillantez de ninguno de estos compositores. A cada paso cae, no en el tópico, sino en la trivialidad”

 

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