CARLOS KLEIBER DIRIGIÓ, TAL VEZ, LA MEJOR VERSIÓN DE LA SEXTA SINFONÍA DE BEETHOVEN

 

BEETHOVEN

Sinfonía nº 6, “Pastoral”

Bayerisches Staatsorchester

Carlos Kleiber

 

Hoy he dedicado mi audición de los sábados a paladear con deleite y con los cinco sentidos una grabación histórica que recoge un momento también histórico por méritos propios y por muchos otros motivos.

Se trata de la Sexta Sinfonía de Beethoven con Carlos Kleiber dirigiendo a la Bayerisches Staatsorchester en un concierto en vivo celebrado el 7 de noviembre de 1983 en el escenario de la Ópera de Baviera. Se daba la circunstancia de que nunca hasta entonces Carlos Kleiber se había enfrentado a la Sinfonía Pastoral y, al parecer, nunca jamás volvió a dirigirla ni siquiera en un estudio de grabación. Esta circunstancia convierte al disco que hoy analizamos en una “verdadera grabación histórica” por lo irrepetible de la misma, ya no solo en el futuro, sino también porque nunca antes de aquél lunes 7 de noviembre de 1983 la había dirigido este excéntrico e introvertido director que tan poco dado era a dirigir y grabar (“sólo dirijo cuando tengo hambre”, le dijo en una ocasión Kleiber a Karajan dando muestras de su desapego del mundo real) a quien tanto le intimidaba el recuerdo de su padre y cuyo reducidísimo repertorio se limitaba casi en exclusiva a las obras que su progenitor dirigió con mas frecuencia.

 

El milagro de una cinta de casete

En su día, el histórico concierto de Kleiber que hoy nos ocupa fue grabado, como una rutina habitual, dentro del protocolo de archivos sonoro de la Bayerisches Staatsorchester. Sin embargo, cuando veinte años después se quiso convertir es disco esta grabación, se comprobó que con el paso del tiempo la cinta original se había deteriorado hasta quedar inservible para una audición con un mínimo de garantías. Sin embargo, alguien sabía que había una copia del master original registrada tras el concierto en una cinta de casete a requerimiento del hijo del director. La sorpresa no fue solo conocer la existencia de esa casete sino también encontrarla y, sobre todo, comprobar que se encontraba en un excelente estado de conservación. Tanto fue así que, a partir de esa copia del hijo de Kleiber, los ingenieros de sonido de la discográfica ORFEO hicieron un excelente trabajo de remasterización y digitalización con el asombroso resultado de la excelente calidad técnica de una grabación que, escuchada en un equipo de alta fidelidad, hace impensable que proceda de una copia casera.

 

Rápida, enérgica y bucólica a la vez

Desde una perspectiva puramente musical, lo primero que llama la atención de esta sexta es la rapidez de los tempi. O dicho de otro modo, lo “poco” que le dura a Kleiber la Sinfonía Pastoral de Beethoven (35’02) en comparación con las duraciones mucho mas dilatadas de otros directores tales como Klemperer (Philharmonia – 45’49), Giulini (Los Angeles – 44’07) o Sanderling (Philharmonia  – 44’59). En cualquier caso, deberíamos ser cautos al comparar las duraciones de las distintas sextas ya que la diferencia espectacular en el minutaje que se aprecia en el primer movimiento no es solo por la rapidez de la batuta de Kleiber  sino también por la ausencia de la repetición de la primera exposición.

De todos modos, y aunque la de Kleiber siga siendo una sexta muy “veloz”, la rapidez de la ejecución no le merma un ápice del lirismo y el ambiente bucólico que se recrea en la obra gracias a una mágica avenencia de vivacidad y ternura que solo un genio como Kleiber hijo podría imprimirle a la obra.

Esta versión de la Sexta Sinfonía beethoveniana resulta magistral por la precisión con que se concilian las variedades rítmicas de cada uno de sus movimientos. Kleiber hace una lectura impresionante y “diferente” e imprime a su ejecución todos los ingredientes necesarios para hacerla merecedora de un sobresaliente “cum laude”.

Alberto Soler Montagud

 

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