¿FUE KARAJAN UN DIRECTOR MAHLERIANO?

Documentación y Redacción:

Alberto Soler Montagud / Pascual Ferri Boluda 

Hace muy pocas semanas me puse a repasar las distintas versiones que atesoro en mi discoteca de la producción sinfónica de Gustav Mahler y escogí, casi al azar, una interpretación poco conocida de la Cuarta Sinfonía dirigida por Herbert von Karajan en 1979 con la Filarmónica de Berlín. Ya con la caja del CD en mis manos y el disco compacto introducido en la bandeja del lector, me acomodé como siempre hago antes de cada audición, dispuesto a escuchar con atención y… ¡sorpresa! Casi de inmediato, las notas que llegaban a mis oídos me descubrieron una de las mejores interpretaciones que nunca antes había escuchado de esta obra y que en audiciones anteriores no se me había revelado tal vez por la influencia del cliché que considera a Karajan un director inadecuado para abordar las obras de Gustav Mahler.

Mis pensamientos y mi sorpresa me condujeron a unas reflexiones que me sumieron en una incómoda inquietud. Tanto fue así que, apenas finalizó la obra, me puse en pie y fui a buscar las escasas grabaciones que poseo en mi discoteca de este controvertido maestro dirigiendo obras del no menos polémico compositor Gustav Mahler. Mi intención era hacer cuanto antes una macroaudición con todas las obras (resultaron ser siete, incluidos dos ciclos de canciones) para luego, con conocimiento de causa, revisar y poner en orden unos esquemas preconcebidos que la Cuarta que acababa de escuchar habían hecho trizas.

Karajan aguardó hasta la madurez para enfrentarse a Mahler

Antes de ofrecer mis conclusiones, quisiera reflexionar acerca de por qué Karajan esperó hasta los sesenta y cinco años para grabar su primera obra de Mahler y por qué nunca llegó a completar un ciclo con todas sus sinfonías. Si nos retrotraemos a la fecha del primer registro mahleriano dirigido por Karajan nos encontramos con su excelente Quinta de 1973. Casi una década después realizaba la última grabación, en esta ocasión una espléndida Novena registrada en vivo (1982) durante el ciclo de conciertos de la Semana Musical de Berlín de ese mismo año.

En el ínterin de ese decenio, Karajan grabó, por este orden: La Canción de la Tierra (1973-74); Kindertotenlieder; Ruckertlieder (1974); la Sexta Sinfonía (1975-77); la Cuarta Sinfonía (1979) y la primera grabación de la Novena Sinfonía (1979) que precedió a la antes mencionada de 1982. Reseñemos que todas las grabaciones se hicieron interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Berlín y para el sello discográfico Deutsche Grammophon.

¿Por qué Karajan no grabó un ciclo mahleriano completo?

Tras repasar la discografía mencionada, cabría preguntarse por qué Karajan, tras la Novena de 1982, ya no grabó más sinfonías de Mahler cuando, de hecho, aun vivió casi siete años y no podría por tanto argumentarse una falta tiempo. Sí que es posible que en esta interrupción influyera el inicio de las grabaciones digitales y la aparición de los discos compactos, dos acontecimientos que el director alemán vivió intensamente hasta el extremo de dedicarse a regrabar en formato digital una importante selección de su extensa discografía analógica. Es digno de reseñar que Karajan siempre se comportó como un niño con un juguete nuevo cada vez que surgía alguna innovación tecnológica que modificara los parámetros en el mundo del audio o del video.

¿Karajan deja de ser mahleriano porque no grabó todas las sinfonías de Mahler?

Habida cuenta de que Karajan grabó casi todos los ciclos sinfónicos de los compositores del romanticismo alemán (Beethoven, hasta cuatro veces; Schubert; Mendelssohn, Schumann; Brahms; Bruckner, etc.) pero no completó las Sinfonías de Gustav Mahler, hay musicólogos que especulan con la hipótesis de que Karajan no estuviera del todo preparado para afrontar el repertorio de Mahler; una verdad que se ha repetido hasta la saciedad y que, en cierto modo, ha oficializado el estigma de “Karajan, director no mahleriano” (algo que también sucede con otros directores consagrados, como es el caso de Celibidache, aunque en este caso se deba a otras razones que tal vez en otro artículo analizaremos).

No es válido argumentar de que Karajan y Mahler sean incompatibles solo porque el director no grabara todas sus sinfonías; pues hay muchos afamados directores (en cierto modo portavoces oficiales de Mahler como su discípulo Bruno Walter, Dimitri Mitropoulos, Otto Klemperer, Charles Adler, George Szell, Barbirolli, Giulini y un largo etcétera) que tampoco grabaron un ciclo sinfónico completo y no por ello se les considera menos mahlerianos.

El mito Karajan

Sin ánimo de hacer una declaración de principios en defensa de Herbert von Karajan, un director que nos legó auténticas joyas fonográficas pero también muchos desafortunados registros que aún hoy suscitan polémica, las obras de Mahler que llegó a dirigir (Cuarta, Quinta, Sexta y Novena sinfonías, La Canción de la Tierra, Kindertotenlieder y Ruckertlieder) revelan a un digno traductor de este compositor  y, en algunas grabaciones como la Cuarta y la Novena, a un digno miembro del selecto grupo de quienes han sabido captar y trasmitir la esencia de Gustav Mahler.

Sin embargo, muy poco ha ayudado a Karajan la condición de “mito” que siempre le ha acompañado y conferido un aura demasiado popular para el elitismo que muchos esperan y asocian con Gustav Mahler. No juega pues a favor de Karajan ser el director de orquesta más conocido del mundo. Ni tampoco ser quien más discos ha vendido en toda la historia de la fonografía clásica. Sin embargo, sí que cuenta a su favor que el “fenómeno sociocultural Karajan” haya permitido que muchos jóvenes, y no tan jóvenes, de todo el orbe hayan conocido la llamada música culta gracias a sus populares selecciones de fragmentos de obras fáciles de asimilar así como sus famosos y polémicos “Adagios Karajan” dirigidos al gran público.

Conclusiones finales

El Mahler de Karajan es compatible en calidad con el que interpretaron los más consagrados directores de orquesta históricos así como también los contemporáneos (algunos ya fallecidos) que hoy consideramos como auténticos expertos en Mahler (Bernstein, Solti, Kubelik, Abbado, Rattle, Sinopoli, Haitink o Chailly, por poner solo unos ejemplos).

La versión de la Novena Sinfonía de Mahler grabada en vivo por Karajan en 1982 es considerada una referencia absoluta por musicólogos de renombre y por guías de prestigio como la Penguin. Esta evidencia debería alejarnos de estereotipos y no aceptar opiniones ajenas como verdades dogmáticas sin antes valorar, en su justa medida, todas las grabaciones  disponibles de Herbert von Karajan dirigiendo a Gustav Mahler.

Para quienes tenemos el sano hábito de escuchar las música, hay un argumento irrebatible que siempre ayuda a decidir si una grabación (interpretación) es o no “buena” en el sentido más crítico de la acepción. Se trataría solo de experimentar si la grabación llega a transmitirnos alguna emoción y nos genera ese especial placer que cada cual conoce y sabe identificar como propio en su interior.

Llegado a ese punto, las opiniones ajenas deberían quedar relegadas a un segundo plano, así como también la credibilidad y fe ciega que muchas veces depositamos en unos expertos que se creen en posesión de la verdad absoluta.

Conecten su sistema de Alta Fidelidad; pongan cualquier vinilo o CD de las grabaciones mencionadas en este artículo; siéntense en su sillón favorito y a partir de ese momento, limítense a escuchar y a dejar que la música fluya. Libérense de prejuicios y concédanse sorprenderse por el feliz descubrimiento de un director mahleriano con mayúsculas llamado Herbert Von Karajan. Quienes lo han hecho, dan fe de haber experimentado un inmenso placer.

Anexo

Se adjuntan las concluyentes calificaciones que obtienen las grabaciones objeto de este artículo según la PENGUIN GUIDE 2005/06 y la biografía y guía discográfica MAHLER (2008) de José Luis Pérez de Arteaga.

Consideremos que tres asteriscos [***] es la máxima calificación, justo por debajo de la “roseta” que solo poquísimas grabaciones obtienen y que Karajan alcanza con su grabación en vivo de la Novena de Mahler .

KINDERTOTENLIEDER – CHRISTA LUDWIG, mezzo (1974)
Penguin [***] Arteaga [**(*)]

RUCKERTLIEDER – CHRISTA LUDWIG (1974)
Penguin [***] Arteaga [**(*)]

SINFONIA No. 4 – Edith Mathis, soprano (1979)
Penguin [***] Arteaga [*(*)]

SINFONIA No. 5 (1973)
Penguin [***] Arteaga [***]

SINFONIA No. 6 (1975-77)
Penguin [***] Arteaga [**(*)]

LA CANCIÓN DE LA TIERRA – CHRISTA LUDWIG, RENÉ KOLLO (1973-74)
Penguin [***] Arteaga [**(*)]

SINFONIA No. 9 (1979-Estudio)
Penguin [***] Arteaga [***]

SINFONIA No. 9 (1982-Live Recording)
Penguin [Rosetta] Arteaga [Rosetta] Máximas puntuaciones. Referencias absolutas

(Todas las grabaciones fueron realizadas con la Orquesta Filarmónica de Berlín)

Como puede apreciarse, las diferencias en las puntuaciones otorgadas por ambas fuentes son mínimas a excepción de la Sinfonía No. 4 a la que Arteaga solo le da [*(*)] mientras que la Penguin la hace merecedora de tres estrellas [***], una puntuación que la sitúa solopor debajo de la de Szell/Cleveland, referencia absoluta de la Cuarta para toda la crítica.

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